domingo, 18 de septiembre de 2011

Turquía, llena de sorpresas

Günaydin!!


Ayer pensé que esa entrada iba a ser la última antes de irme de Izmir, pero al parecer esta ciudad no deja de sorprenderme, así que a parte de contar lo que nos pasó ayer, contaré un poco sobre Turquía y sobre los turcos y su tremenda amabilidad.


Ayer, un día cualquiera, como otro de los maravillosos días en esta fantástica ciudad e increíble país, cuando por la mañana me llama Eydin (no sé muy bien cómo se escribe el nombre) y me dice que nos ha preparado el desayuno (a este paso me voy a acostumbrar...) así que nada, un "kahavalti" turco delicioso, como siempre, luego me puse entre lo del couchsurfing que empecé a  entrar en esta página para mi primera estancia en Istanbul, papeles que tenía que enviar y demás cosas... hasta que llegó el almuerzo, que no tenía pensado prepararme nada muy allá por eso del desayuno que había tomado, cuando de nuevo nos dijo que nos había preparado la comida (¡¡¡Por favooor!!!), en fin, delicioso, para qué decir más.


Y ahora empieza lo bueno, esa noche teníamos cena Húngara preparada por Zsolti a las 7.00pm así que antes le dije a Elena si quería venir conmigo a visitar las mezquitas que se veían desde la ventana.
Yo he llegado a la conclusión de que la zona en la que vivo es una zona nueva, con edificios nuevos y de tal manera que son parte de la última ampliación de la ciudad de Izmir y ha llegado a estar al lado de un antiguo pueblo que ahora ya es parte de Izmir y que es más pobre. ¿Porqué? porque en mi zona no hat ninguna mezquita, por los edifcios y porque en esta zona de enfrente (que separa una carretera de 4 carriles) hay mezquitas, está construida muy rural, tiene muchas escaleras antiguas etc... 
En fin, empezamos con la ruta, la primera, wuau, como siempre, a mí me encantan las mezquitas, me parecen preciosas, con esos azulejos, cada mezquita diferente, como dije antes, yo creo que para ellos es algo normal, pero a mi me fascina :D seguimos por la segunda después de subir muchos escalones y estaba cerrada :( pero por la ventana vimos un poquitín. De camino a la 3º le decía a Elena que me sentía famosa, ya que todos los niños de la calle nos miraban como si fueramos algo extraño (extranjeras que éramos :P) hasta un niño soltó un "Where are you from?" eso me hace saber que al menos van a la escuela... o eso creí. Llegamos a la 3º y aquí viene lo bueno, estaba cerrada pero una de las tantas señoras que se quedaron mirándonos nos dijo de un modo que entendimos que alguien nos iba a abrir y efectivamente, un señor de facciones muy turcas nos abrió la mezquita para que la viéramos. Bueno... vaya mezquita! me encantó, en ese lugar no me imaginé algo así, tenía muchos colores, el techo lleno, las paredes, el altar con sus azulejos... ¡¡fantástica!!
Después de estar un buen rato diciendo "çok güzel" (muy bonito) a los señores, la señora mayor nos dijo que si queríamos ir a su casa a tomar un "çay" (té) y bueno, eran las 5.45pm, ¡nos daba tiempo!, o eso pensamos... ingénuas! en este país no existe el tiempo. Pues nada a casa de la señora que muy amablemente nos dio çay, ayram (la leche salada pero sin sal), pan con queso, galletas y ya hasta nos quería invitar a cenar. También estaba su hija que tenía un diccionario de inglés-turco y nos apañábamos con algo porque no me lo había llevado (y la tarjeta SD de mi cámara se había estropeado así que no pude hacer fotos con mi cámara, solo con la del móvil). En fin, les dijimos que unos "arkadas" (amigos) habían cocinado para nosotros y que era tarde (eran las 7.00pm...) pero antes había enviado un mensaje diciendo "una señora mayor nos ha invitado a té, llegaremos tarde, lo siento" un mensaje que si lo envías en España puede sonar bastante raro, pero en Turquía es bastante comprensible :P
Así que fuimos a casa, cogimos las cosas que necesitábamos y fuimos en autobús al otro piso, allí les explicamos la historia y comimos "Paprikka" y unos pancakes buenísimos que preparó Zsolti, la primera vez que cocinaba y le salieron muuy bien, el Paprikka es que me picaba demasiado, hacía un montón de calor y más ese picante, ufff, con lo sensible que soy yo con el picante...
Bueno, este fue otro de mis días, creo que cada día podría escribir una crónica, porque cada día hay una cosa nueva que he hecho, he conocido, alguien ha hecho por mí o algo así. Así es este país, sorprendente.

Y finalmente quería hablar sobre la amabilidad que desprende este país, creo que necesitaría una entrada entera para describir todas las cosas que me han sucedido durante este més sobre los detalles de la gente de aquí y es que todas las cosas que hacen, las hacen sin recibir nada a cambio, son generosos por cultura. No sé, antes de venir aquí yo pensaba que me iban a mirar siempre mal por eso de ir con pantalones cortos o camiseta de tirantes, o llevar un pelo más claro y notar la evidencia de que no soy de aquí, pero todo lo contrario, te ven y están deseando hablar contigo, y si tú le dices esas cuatro palabras que aprendiste en el curso en turco, ya son felices. Es que quiero contar tantas cosas y tantos detalles que no sé cómo describir eso que tienen los turcos que me han hecho sentir estos días. El señor del metro que al escucharnos repasar en turco nos ayudó a aprender el vocabulario y empezó a hablar con nosotros, el señor que me ayudó con una bolsa de plástico cuando vió que la mia al volver del supermercado se me estaba rompiendo, la cantidad de gente que nos ha invitado a té, la señora de ayer, Selda, Ali, Eydin, los de la universidad, el señor que nos quería dejar unas sillas mientras esperábamos el autobús, la gente en el bazar (quizás estos si quieren algo a cambio, pero no se nota :P parece que sólo quieren pasar un rato agradable contigo), o cómo te tratan cuando llegas a una tienda, son lo más amable posible, en el supermercado, el de los helados, la librería a la que entré hoy... tantas personas! tantos sitios! tantas cosas! que aun no puedo creer que la gente realmente sea así, será eso de que soy europea y se nos ha olvidado lo que es la amabilidad, el pasar un rato con gente agradable sin pensar en el tiempo que corre, el dar algo sin esperar nada a cambio... esa es una magia que nadie me ha dado. Así que puedo decir que estoy encantada con este país, este país me ha dado más de lo que yo habría podido nunca pensar, y en sólo un mes.

Así que bueno, serán musulmanes, pensaréis que son extremistas, kamikazes, que tienen unas miradas muy serias y que asustan, que son muy cerrados, que no quieren nada con gente que no es de su país/cultura, que te miran mal, pues yo, no me he encontrado nada de eso todavía, justamente todo lo contrario, qué sorpresa tan agradable :)

Turquía, gracias a este mes, creo que no te olvidaré nunca.

Un abrazo a todos :)

Azul

1 comentario:

  1. Jo Asú, qué bonito; así dan más ganas de ir. Sí es cierto que esa cultura es muy social, me has hecho recordar a la gente del pueblo donde compro la miel; tan amables y que parecía también que no pasaba el tiempo ...jejeje. Hay que aprender de lo bueno de la gente, de lo bueno de las culturas....veo que tu lo estas aprovechando demasiado bien!! :D
    Ángela

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