jueves, 19 de enero de 2012

De vuelta a la realidad

O mi semi-realidad, ya no sé muy bien cual es la realidad...


Después de 24 horas de viaje, descanso de un día y medio en Sevilla y de nuevo como 8 horas para Istanbul con escala en Madrid, llegué a Istanbul, que no la reconocí porque no me pareció tan fría (creo que me esperaba el polo norte). Llegué a mi casa y con la sorpresa de encontrarme un couchsurfing en el piso y mi compañero de piso no estaba allí ¡tachán! el caso es que más tranquila que nada me fui a mi cuarto a terminar el trabajo que tenía para ese mismo día (era de madrugada ya) y me fui a acostar.


Este día, lunes 16 de enero lo recordaré para siempre, fue el día que al volver de la Universidad a casa comenzó a nevar. Salí del ferry y cayeron unas motitas muy pequeñas blancas en mi abrigo, lo primero que pensé fue "¿ceniza?" hasta que no me podía creer que fuera nieve y mirada hacia delante y veía todas las motitas blancas volando por el aire y pegándose en los abrigos de la gente. Me puse muy contenta y cogí el autobús. No sé qué estaba haciendo que en vez de mirar por la ventana, miraba mis manos o yo que sé,pero después de un rato en el bus, levanté la mirada y de repente veo todo blanco a través de la ventana y yo "ostras!" cuando bajé empezaron más copos de nieve a caer en mi abrigo y yo iba toda sonriente, caminando por la calle, eso si, con cuidado, que la nieve se convierte el hielo y luego te caes (lo aprendí ...) hasta que llegué a casa, pero no podía quedarme allí, tenía que salir a hacer fotos (pero con cuidado porque la nieve sigue siendo agua), pero no era divertido sola... veía a los niños como se lanzaban bolas de nieve, así que volví a casa y cuando llegó Volkan le dije (junto con el couch) "¿Venís a dar una vuelta en la nieve?" a lo que aceptaron, no sé si por mi cara de "porfaporfaporfaporfaporfa" o porque sí querían salir, el caso que nada más salir nos pusimos a hacer guerra de bolas de nieve :D mi primera guerra de bolas de nieve y es que el couch que era de Francia tenía una práctica que ninguno de nosotros teníamos... luego terminamos tomando un çay en una cafetería de nuestra calle, pero ¡Cuánta nieve había! :D


Me lo pasé genial esa tarde y nunca olvidaré toda esa nieve en Istanbul y que aun queda en algunos sitios por donde los coches no pasan frecuentemente.
Pues esta fue la bienvenida que me dio Istanbul después de un mes afuera :)


Un abrazo,


Azul

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